“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”
Filipenses 3:13-14 (Reina-Valera 1960)
Solo restan 36 Hs. y 13 minutos, para que este 2012, suba al tren del pasado, y nos deje el amplio bagaje de experiencias vividas en este año, experiencias que nos enseñaron cosas muy profundas y escondidas, que no conocíamos, situaciones que nos llevaron a buscar a Dios con todo nuestro corazón, y con todas nuestras fuerzas, y sentir que EL amante Señor siempre estuvo atento a nuestras necesidades, presto con todo su amor de Padre, para aligerar nuestras cargas y pactar con nosotros, el mejor propósito para nuestras vidas, la mejor bendición, la mejor herencia, de alegría y felicidad plena. Su ayuda y bendición incondicional, forjaron en nosotros un corazón mas temeroso de su palabra y de su sentir, respondientes a su amor eterno con el cual no ha amado desde el principio y hasta el fin. Somos sus hijos y nos sentamos al rededor del fuego de su amor, para sentir su calor y alimentarnos de su palabra, la cual es vida en nosotros y en nuestras familias. Gracias Señor mío y Dios mío por ser tan bueno con nosotros, y estar siempre a nuestro lado, brindando apoyo, seguridad, amor, misericordia, y muchas bendiciones, por amor a tu Santo y Bendito Nombre. Bendiciones abundantes para todos los que colaboraron de una manera o de otra con la extensión del Evangelio. Dios los bendiga.
Gracias por el trabajo que desempeñan