“Dirijo la mirada a las montañas; ¿de dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene de Dios, creador del cielo y de la tierra. Dios jamás permitirá que sufras daño alguno. Dios te cuida y nunca duerme.”
Salmos 121:1-3 (Traducción en lenguaje actual)
Fotografía hecha por Enrique Monterroza