Dios mío, no me dejes tener malos pensamientos; cambia todo mi ser. No me apartes de ti; ¡no me quites tu santo espíritu! Dame tu ayuda y tu apoyo; enséñame a ser obediente, y así volveré a ser feliz. Salmos 51:10-12 Traducción en Lenguaje Actual – Fotografía de Fondo hecha por Enrique Monterroza